¡¡¡LUIS II DE BAVIERA!!!
Y diréis, ¿Pero qué tipo de relación tienen todos esos hombres ilustres? Los cuatro anteriores fueron artistas de la pluma, del pincel y del cincel. Y Luis de Baviera... bueno, un rey -eh pero muy amante de las artes y las letras, que conste, que en las paredes de Neuschwanstein hay frescos de los ciclos mitológicos germánicos- pero lo que tienen en común es el pelo, no. No me miréis así.
¡¡¡PERO ESA NO ES LA CUESTIÓN!!!
Esta historia con Luis II de Baviera empezó cuando fuí a su castillo. Fin.
Nah, es broma. Lo que realmente pasó es que cuando empecé la universidad el año pasado, en el invierno del 2010 se pusieron de moda entre las chicas, unas botas muy altas que sobrepasaban, o casi, las rodillas. Normalmente esas botas van combinadas con unas mallas y una camiseta larga. ¿Sigo con la explicación o vosotros ya vais pillando el hilo?
Continúo, estaba yo en el bar de mi facultad con algunos compañeros tomando un cafelillo a -2 grados, cuando una horda de féminas salieron de los diferentes edificios circundantes con ese tipo de botas calzadas. A mí esa imagen me causó tal impacto que sin previo aviso, las musas casposas me inspiraron y dije:
"Chicas que se compran las botas de Luis II de Baviera".
La reacción de mis compañeros fue un estallido de risas, con su consecuente: <<¡HAZ UN GRUPO DE FACEBOOK!>>.
Y así lo hice. El grupo llegó a tener 10.000 fans, incluso salió en la famosa página Visto en FB:
Pero igual que el trágico final de Luis II de Baviera, mi página conmemorativa a sus botas también. Fue su götterdämmerung.
Finalmente, os enseñaré mi espectaculoso trabajo de investigación de 3 minutos sobre parecidos razonables hechos con el paint siguiendo el denominador común del peinado -sé que lo estabais deseando, por eso lo pongo- :
Al final no he puesto a Luis, no tiene bigote. Fuera, no te queremos.
Vale va, os pongo una foto de Jean Claude van Damme que sale feo, así para seguir en la línea del blog y no descarrilarme en mi fulgurante camino hacia la casposidad suprema: